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En el budismo, refiriéndose a la mente en meditación, se dice: «La mente es espontáneamente dichosa si no se la fuerza, lo mismo que el agua es por naturaleza transparente y clara si no se la agita».

“A menudo somos como un vaso lleno de agua que está siendo agitado:

los sedimentos flotarán por doquier y por lo tanto, el agua se enturbiará.

Debemos encontrar una forma de lograr el sosiego interno, dejar que el agua (que es nuestra mente) permanezca en calma;

luego, todos los sedimentos caerán lentamente al fondo, dejando el agua limpia.” 

Shi De Yang, monje budista de la 31° generación del Templo Shaolin, Henan, China.

 

Actualmente el término meditación incluye varias prácticas de autoconocimiento y contemplación originadas en el Hinduismo, budismo y algunas religiones orientales. La palabra dhyana proveniente del sanscrito que significa atención plena al momento presente, y es un concepto clave en el budismo e hinduismo. El camino del dhyana es propuesto por Buda Gautama como el medio más directo para llegar a la iluminación. Al ser introducido en China, la escuela del dhyana se ve influenciado por la filosofía taoísta y toma el nombre de Chan(). Bajo esta nueva forma, se extiende hasta Corea donde toma el nombre de seón; y hasta Japón donde se la llama Zen.

La expresión china para la práctica de la «meditación sentada» es 坐禅(zuòchán), la cual es llamada en Japón ZaZen (za: sentarse, zen: meditación).

Así mismo, cada una de las escuelas o vertientes budistas adoptaron una técnica específica de meditación, por ejemplo la escuela theravada usa la meditación vipassana, la escuela budista tibetana usa el Dzogchen, etc.

En occidente el término meditación se usa para describir varias prácticas de autorregulación de la atención y emoción. También, están aquellos que usan el término para referirse a estados alterados de consciencia dentro de prácticas espirituales. Sin embargo la meditación no es una forma de evadir ni de huir hacia una experiencia de trance o hacia un estado alterado de consciencia.  Por el contrario, es un camino de autoconocimiento y comprensión de nosotros mismos y cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo, nuestra mente, con la vida y el con universo.